Mi nueva rutina de los sábados por la mañanaMe levanto alrededor de las nueve, antes de las 10 ya estoy saliendo y, si el clima lo permite, me voy al centro caminando, (unas 15 cuadras?...), el regreso también lo hago a pie y no me pierdo la oportunidad de pasar a la feria "Pedro Aguirre Cerda", con todo el bullicio, movimiento y colorido de una feria folclórica. A parte de los puestos permanentes, se suman los puestos improvisados bajo un gimnasio con gente de la zona cordillerana de Osorno y, a lo largo de la calle, una interminable hilera de creativos vendedores, por que venden de todo, entre bolsas con un surtido de ensaladas a medio preparar, hojarascas con chancaca, bolsas de choritos, de longanizas, pollos y huevos de campo, digüeñes, berros, miel de ulmo, catutos, chicha, flores, plantas medicinales, pequeños retoños de árboles nativos... objetos de plástico, ropa usada, CDs y DVDs piratas y, lo que más me asombra y divierte, una colección de objetos increíblemente kitsch, a veces me planteo el desafío de comprar uno de esos gobelinos chinescos y colgarlos en la pared de mi pieza... se me hace un nudo en la garganta y en el estómago de pensarlo!!!... (el horror a lo “horrible”). En esta caminata, entre tanta gente, me cruzo con más de un conocido, qué viejos están!!... cómo envejece la gente!... así se siente pasar el tiempo, a través de la vejez de los otros, (no lo noto en mi rostro que miro todo los días)... es mi paisaje el que envejece! Salgo de la feria, cruzo la avenida ya en dirección hacia mi casa, observo a dos mujeres cargando pesadas bolsas con verduras, una más vieja que la otra, la vieja va a morir pronto, la joven va a morir más tarde... con odios, ambiciones... igual van a morir, ese hombre parado frente a la puerta de la hojalatería, mirando pasar a los otros, sin grandes cuestionamientos, también va a morir, el que está adentro esperando vender algo también, y el guardia del supermercado de al frente... cada uno de estos individuos va a morir más pronto de lo que se imagina, como la mosca en 24 horas, desde un lejano punto del universo ya están muertos, ya estamos muertos todos, (como las estrellas que miramos), con nuestras alegrías, nuestros temores, nuestros rencores, nuestros sufrimientos, sueños, esperanzas... y yo, mientras espero que esto ocurra camino, miro, compro, leo, pienso, creo, converso, me enamoro, me desenamoro, duermo... camino... espero.
Los pasajeros
Texo y música de Julio zagers
Hoy que la pradera va cambiando de color,
que una silueta se despierta bajo el sol,
que va o que viene o se detiene...
¡qué se yo!
Son cuatro jinetes que la salen a esperar,
cuatro caminos que la llevan hacia el mar,
cuatro estaciones las que debe atravesar
para regresar al lugar
del fruto que maduro ha de encontrar.
Hoy el farolero ya se fue,
la lavandera, no lo sé
y el marinero un día de enero partirá.
Y cual pasajero de algún tren
estoy viviendo en el andén
mientras la máquina me lleva a mi también.
Hoy cuatro jinetes
me salieron a esperar,
cuatro caminos me llevaron hacia el mar,
cuatro estaciones he debido atravesar
para regresar al lugar
del fruto que maduro he de encontrar.
Hoy el farolero ya se fue, etc.