Saturday, May 15, 2010
el laGarto está lloRando.
A la semana de casada perdí mi anillo de oro de 18 kilates. Lavándome las manos vi impotente como se me escapaba de mi delgado dedo por el desagüe del lavabo. Recuerdo mi exagerada angustia y cómo conseguí que destaparán la cámara del alcantarillado, pero todo fue en vano. Como los viejos lagartos, lloré la pérdida de ese anillito de desposada. Qué extraña me resulta la imagen de esa joven intentando ser una ejemplar mujer casada pero qué familiar me resulta este poema y sus lagartos.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
8 comments:
Conozco un caso similar al tuyo, pero el anillo se perdió en el fondo del lago Caburga.
Claro, aunque se compre otro ya no es "el anillo de casada", pero no es más que un símbolo. Lo que cuenta es el vínculo con la persona.
Siempre es un placer escuchar a Paco Ibáñez. Gracias por traerlo.
Besos
já me aconteceu...
o importante é recordar :)
ouvindo pajaros.. :)
abrazo serrano
Nos aferramos a las vivencias en objetos que buscan eternizarlas.
Mas en el tiempo los objetos se quedan solos perpetuando intangibles recuerdos.
Terminando sus días apilados
en alguna feria Persa.
PD: ¡Que grande es don Federico!
Saludos
y un abrazo
yo.
logia?...no entendí
Humbertito 2.0
Siento lo de tu anillo, aunque por lo que leo, era el último vestigio de algo ya ido mucho tiempo.
Lo de llorar, bueno, te comprendo y apoyo: siempre es triste ver como nos desarmamos un poco màs cada dìa. Las princesitas felices se quedaron en los cuentos de nuestra infancia. Al menos, al llorar, retrocedemos un poco a buestro tienpo de coletas y abrazos de mamá.
Saludos GALATEA!
buscando tu anillo...
abrazo serrano
ps. non es necessario "gracias por tu visita" :)
A lo mejor creíste que el anillo estuvo en tu dedo,
pero la relidad es que tu dedo estaba destinado
a otros argumentos, además de perpetuar la piel...
Un abrazo para tí.
Vecina,
¿Se la llevó el viejo del saco?
Tengo curiosidad con su anecdota de infancia
Un abrazo
Yo
Post a Comment