Sunday, December 02, 2007

en el HoRIZOnTE de mi mente...

Desde la ventana puedo ver los techos de las casas y edificios de Viña, el mar gris y, en el horizonte, los cerros poblados de Valparaíso. No he podido dejar de pensar en ti. Seré honesta, no eres tú, era el “revolcón”. Cuesta salir de esta inercia y bajar hasta la playa. Hoy es un día perfecto, la mezcla perfecta de sol y brisa, para sentir la tibieza en mi piel. Supongo que si te vuelvo a llamar te va interesar verme, ¿restos de amor?... lo dudo, en el fondo es la posibilidad de llevarme a la cama (se que te gustaba), y si eso va acompañado por la confirmación de que nada más va a pasar, tú feliz y yo también. Niños corriendo, seguidos por sus padres tomados de la mano. Los perros y las bicicletas también son parte de este paseo. Artesanías a lo largo de la costanera, nada nuevo. Al fondo el sol naranjo.

Todo ser humano (y humana), cuando está postrado en cama, necesita tener a alguien que le tienda la mano con un vaso de agua y una aspirina, pero nuestros cuerpos también necesitan de otros alicientes, que de paso alimentan el ánimo y la fe. Seguro que a esta hora los botes amarillos de la Caleta Portales están ofreciendo una hermosa marina, me tiento con sacar las mismas fotos de siempre, algo nuevo puede aparecer en el encuadre. Y aquí estoy, sola y loca de ganas, sin decidirme a marcar tu número, incluso parece que lo olvidé y no pretendo confirmar esta sospecha, ¿qué pasaría si todavía lo recuerdo?....