Sunday, March 22, 2009

encuentro con el SILENCIO.
































El sonido del viento y el crujir de mis pasos sobre las pequeñas piedras volcánicas.

Las piedras volcánicas forman la ladera, esta y las otras laderas dan a lugar a este cordón de montañas. Pendientes cubiertas por una humilde vegetación y yo a solas con el sonido limpio y claro de mis pasos, en medio de esta inmensidad, bajo este cielo que no es otra cosa que una pequeña muestra de mi universo.




Friday, March 13, 2009

... On My Mind.










Mi ciudad favorita.

Isla Teja, río Calle-calle.


Y como un ritual:
salgo otra vez del terminal y cruzo hacia la costanera y me voy bordeando el río Calle-calle.
Camino disfrutando del reflejo de sus calmadas aguas hasta llegar al puerto fluvial,















en la mañana lleno de feriantes y de los puestos con salmones, sierras gigantes, merlusas... almejas, choritos, choros maltones, piures... (se me hace agua la boca) erizos, jaibas...
tomando sol y esperando los restos de pescado, están los lustrosos y
gigantes lobos marinos, asustando y divirtiendo a los turistas con sus bramidos.



Se hace tarde, doy la espalda al río y me detengo a mirar esta esquina...




y esta otra esquina con este edificio de colores llamativos.
























Cómo me gustan estas casas pintadas sin prejuicios.

















Cada vez que vengo a Valdivia
me paro a mirar el río
desde este escondido jardín.
El viento desordena mis pensamientos.
Pasan los años,
los cerros están menos verdes,
pero el río sigue azul.




Wednesday, March 04, 2009

Clic, clic, clic...























Qué manera de sacar fotos, clic, clic, clic... Nunca había visto estos rollos, ¿trigo?... ¿cebada?... ¿alfalfa para los animales?... sólo una máquina los puede dejar así de perfectos, y eran kilómetros y kilómetros de campos sembrados por estos tubos.

Por fin llegamos a la caleta de Bahía Mansa, con sus botecitos amarillos...
























y sus humildes casa forradas en tejuelas de alerce,
desteñidas por la lluvia y
el sol, perfectas para una acuarela.




















Esta es la playa de Maicolpué, rodeada por cerros de bosques nativos.
Una playa linda pero de aguas muy frías.




















De vuelta a la ciudad. La cámara dispara su último clic.


¿Cuánto lograré retener en mis recuerdos?...
¿a dónde quedarán los aromas de las plantas,
el murmullo de la fría brisa, el canto de los pájaros...
el sentimiento de breve libertad,
la alegría de un paseo de media tarde?...