Friday, February 23, 2007

Potrero de Garay, enero del 2007

Una semana en este bucólico lugar de la sierra de Córdoba. La rutina anti estress: despertar con el canto de la calandria, (que palabra más juguetona!), un rato flojeando en la cama, al baño sin apuro y sin mucho que hacer; el desayuno: mi te de mate (mi amiga mateaba de verdad), galletas integrales con sésamo, qué sabrosas!, y mermelada. "Qué haremos ahora?...", caminar por ese caminito al otro lado del rio; el almuerzo... algo simple; despues mi siesta bajo el sause eléctrico, con el canto y los ires y venires de una pareja de calandrias, instalada en un nido muy bien armado por otro pájaro... un jarabe para los nervios; "che!... qué haremos ahora?..." recorrer los puestos de artesanía a lo largo de la carretera, ir donde Blanquita y Cacho, a Alta Gracia... a comer pizzas por ahí... el regreso en medio de una noche estrellada, otro día que se nos fue igual de rápido que en la ciudad, pero con otro ritmo, un ritmo más cercano al de nuestros órganos, en mayor sintSin apuros, hay tiempo para todo, podemos comer algo y ver el festival de Cosquín, antes de volver otra vez a la cama. Mañana iremos al Cerro Pelao?...

POTRERO DE GARAY , verano del 2OO7



Mi rutina en Potrero de Garay: Me despertaba temprano con el canto de la calandria, (qué palabra más juguetona), un buen rato estirándome en la cama, no había apuro. Ocupar el baño sin mucho que hacer y a compartir el desayuno con Bety: un té de mate, (ella mateaba de verdad), galletas integrales con sésamo, (qué sabrosas, llevaré un paquete a Chile), y mermelada. Qué haremos hoy?... caminar por ese caminito que cruza la sierra de allá alfrente, al otro lado del río. El almuerzo algo simple y a nuestro antojo, después la sagrada siesta, mi siesta bajo el entretenido sauce eléctrico, con el ir y venir de una inquieta pareja de calandrias, supongo que es la hembra la que entra y sale del nido. Bety me dice que ese es un nido de... cotorras?... Y que haremos ahora? Che!... ir a bañarse al rio, ir a los puestos de artesanía a la orilla de la carretera, ir donde Blanquita y Cacho, a buscar al gringo, comprar pan amasado, comer pizzas a la orilla del camino, ir a ver un recital en Alta Gracia... volvemos bajo una noche estrellada, (y no vimos el cometa!), cansadas pero satisfechas, aunque no tanto como para no armar una cena y jugar naipes, ver TV, conversar mucho, cerrar ventanas, celosías... che! Qué haremos mañana?... los días igual van pasando, pero en sintonía con nuestros propios ritmos internos: corazón, intestino; horas de sueño; sentidos, emociones, espíritu... Conversé mucho contigo y también conmigo.