Tuesday, September 13, 2011


                          Camino a Cogoti  IV Región Chile
Días de soledad son días de vacaciones. Tú eliges. Estar en compañía es tener que enfrentarse a la propia imagen. Disfruto de este tiempo exclusivo para mi, no libre del temor al arrepentimiento, una cosa es un día de soledad y otra cosa es la ausencia eterna de una llamada telefónica. Trato de imaginarme un día de soledad y de arrepentimientos, temo a mi propio cambio. Por ahora, elijo la tranquilidad que me da el silencio. Por el camino me cruzo con la anciana. Es común cruzarse con ella, siempre caminando con su cabeza rapada y su lengua afuera. Al cruzarnos la saludo y ella me sonríe. Mi padre, ¿hace cuánto tiempo que perdimos el contacto?... Por años defendió su soltería, ahora, viejo y enfermo,  ¿sentirá la culpa de habernos perdido?... no hagas nada de lo cual vayas a arrepentirte. La tarde me invita a bajar la cuesta. La calle, llena de gente desconocida, será el  refugio para mi cobardía.