Facebook, recupero una vieja amistad, dos, tres... alegría enorme, conversación atropellada por los recuerdos, datos mutuos y sueltos para ponerse al día sobre todo este tiempo de lejanías. "Nos estamos llamando", "nos estamos escribiendo"... nada ocurre, así como aparecieron de la nada, así se van las palabras y las promesas de visitas reales y virtuales... reencuentros con fantasmas del pasado.
Otra vez "enero" de un año que ya dejó de ser nuevo.
Vamos tirando muy rápido el carro de la batalla, sigo la carrera sin poder mirar para el lado. La mujer de Lot quedó transformada en estatua de sal por mirar hacia atrás en la huida, por mirar el pasado... el eterno castigo bíblico.


Mis buenas intenciones se me escurren como agua por entre los dedos.
Galatea, con su mirada llena de nostalgias, tiene que seguir esperando que yo tenga tiempo.
(fotos de Luís Poirot)