Wednesday, March 04, 2009

Clic, clic, clic...























Qué manera de sacar fotos, clic, clic, clic... Nunca había visto estos rollos, ¿trigo?... ¿cebada?... ¿alfalfa para los animales?... sólo una máquina los puede dejar así de perfectos, y eran kilómetros y kilómetros de campos sembrados por estos tubos.

Por fin llegamos a la caleta de Bahía Mansa, con sus botecitos amarillos...
























y sus humildes casa forradas en tejuelas de alerce,
desteñidas por la lluvia y
el sol, perfectas para una acuarela.




















Esta es la playa de Maicolpué, rodeada por cerros de bosques nativos.
Una playa linda pero de aguas muy frías.




















De vuelta a la ciudad. La cámara dispara su último clic.


¿Cuánto lograré retener en mis recuerdos?...
¿a dónde quedarán los aromas de las plantas,
el murmullo de la fría brisa, el canto de los pájaros...
el sentimiento de breve libertad,
la alegría de un paseo de media tarde?...